viernes, 26 de abril de 2013

¿Comer por la calle? Etiqueta en espacios abiertos y cerrados.


A muchas personas les han enseñado que no es de buena educación comer por la calle.

Pero los tiempos cambian y, sobre todo en las grandes ciudades, no es nada extraño ver a muchas personas comer por la calle, sentadas en una escalera, en el banco de un parque e incluso en algunos transportes públicos. Una porción de pizza, unos espaguetis, unas pequeñas cajitas con comida china, etc., o cómo no, un tradicional bocadillo o perrito caliente (hot dog).

Lo que hay que tener en cuenta, es que hay momentos y lugares. No es lo mismo estar en un parque público que en el metro o en el autobús. También el tipo de comida. No es lo mismo comer un bocadillo, que una ración de espaguetis o una olorosa receta de comida china.

Teniendo en cuenta las prisas con las que se vive actualmente, y que el tiempo, sobre todo del almuerzo, se acorta en los horarios laborales, se pueden dar algunas pautas o reglas a tener en cuenta.
1. En los espacios públicos cerrados muy concurridos, como autobuses, metro, etc. no es demasiado correcto, ni aconsejado, comer. Un pequeño empujón, un frenazo o cualquier otro suceso, por pequeño que sea, puede ocasionar un incidente (manchar a otra persona, caer la comida al suelo, etc.). Incluso desde el punto de vista de la higiene, si todo el mundo hiciese lo mismo, habría que ver como quedaría ese autobús o vagón de metro. Además, es muy posible, que las propias normas de la compañía, le prohíban comer en este tipo de transportes.
"Comer tiene su tiempo y su momento, no lo debemos olvidar"
2. En espacios públicos cerrados más amplios, como estaciones de metro, de autobús, de tren, etc. lo más adecuado es comer en la cafetería. Si lo hace fuera de estas instalaciones, lo más adecuado es elegir alimentos sencillos de comer, como un bocadillo, una porción de pizza o alimentos parecidos. Es mejor olvidarse de los alimentos preparados con salsas, que necesiten cubiertos, etc. Siempre que sea posible, busque un lugar tranquilo para comer, evitando cualquier sitio demasiado concurrido. Hay que mirar bien o preguntar, por si las normas de la empresa prohíben comer en determinadas zonas de sus instalaciones.
3. En espacios públicos abiertos, como parques, jardines, alamedas, etc. puede buscar un sitio discreto para degustar su comida. Siempre que mantenga un comportamiento cívico y adecuado puede comer lo que desee, dejando siempre el lugar como estaba antes de su llegada. Nada de papeles, vasos o envases vacíos, restos de comida, etc. por el suelo o dejados en cualquier otro lado que no sea una papelera o contenedor de basura. Hay que atenerse a las normas que rijan en cada lugar en particular. Puede haber determinados espacios donde se prohíba expresamente comer.
4. En las oficinas y otras dependencias de una empresa, hay que atenerse a las normas de la
compañía. Si no hay regulación a este respecto, hay que ser prudente y comer fuera del alcance de la vista del público, y de los propios compañeros, siempre que sea posible. Y por supuesto, debe elegir alimentos, generalmente fríos, que no den olor y causen posibles molestias a las demás personas. Si la empresa cuenta con cafetería o comedor para los empleados, debe utilizar estas instalaciones.
5. Espacios cerrados como museos, bibliotecas, etc. Por regla general está prohibido comer en ellos.
6. Andando por la calle. Además de la incomodidad de comer mientras se camina, comer por la calle, no es lo más adecuado ni para la salud ni para la buena imagen de una persona. Siempre debe sacar un momento para comer, y mejor si busca un sitio más discreto y tranquilo que el bullicio de la calle.
7. En cualquier caso de los expuestos, ni que decir tiene, que deben utilizarse las papeleras para evitar cualquier tipo de suciedad: bolsas de papel, servilletas, vasos de plástico o cartón, restos de comida, cubiertos de plásticos, etc.
Como hemos comentado, aunque es una práctica cada vez más extendida, comer por la calle o en espacios públicos requiere de mucha prudencia y cuidado, pues no es nada agradable ver a la gente comer por la calle con la boca abierta, con los labios manchados de mostaza o salsa de tomate, cayendo comida al suelo, etc., etc.

Cualquier persona debe plantearse sacar unos minutos para comer de forma tranquila, en un lugar adecuado y al ritmo idóneo, por el bien, tanto de su salud como de su buena imagen y buena educación.

martes, 23 de abril de 2013

Urbanidad cuando llega o se va alguien

Ya que un servidor acaba de llegar aquí, no está de más recordar unas normas básicas de comportamiento en lo referido a urbanidad en el momento en que alguien llega cuando se está en compañía, o cuando alguno de los acompañantes se marcha.


Cuando se está en compañía y llega alguien a quien se debe guardar
consideración, si es persona superior a aquellas con quienes se está, hay que pedir modestamente permiso a los acompañantes para ir a presentarle sus respetos, y luego dejar a los acompañantes e ir a recibirlo.
Si esta persona es inferior, no se debe dejar a los presentes, sino que debe uno limitarse a levantarse cuando ella entra en el lugar en que se está y hacer una reverencia, o algún otro signo que denote cortesía.
En esta ocasión, cuando la persona que llega merece cierto honor, siempre hay que dejar de hablar, o el juego, o cualquier otra cosa, y todos deben levantarse, hacerle una reverencia y permanecer de pie y descubiertos hasta que dicha persona se haya sentado.
La cortesía requiere también que se le ofrezca el lugar debido a su rango, y que se le exponga, en pocas palabras, lo que se estaba diciendo o lo que se estaba haciendo antes de su llegada. Y eso debe hacerlo el dueño de la casa, o quien hubiera comenzado a hablar.
Si el que llega es alguien que tiene que hablar, se le puede hacer entrar; y cuando entre, aquel a quien va a hablar debe levantarse del asiento y recibirlo de pie y descubierto, incluso si se tratara de un sirviente que viniera a hablar de parte de una persona hacia la cual se debe tener respeto.
Cuando alguna persona sale y deja a los presentes, todos deben levantarse y hacerle sitio; y una vez que los presentes lo hayan saludado, de acuerdo con lo que su categoría exija, el dueño de la casa debe pedir a los presentes permiso para acompañarlo, en caso de que sea de mayor rango que los que se quedan; de lo contrario, sólo debe pedir disculpa al que sale, sin dejar a los presentes. La urbanidad no siempre exige acompañar al que sale en vez de quedarse con los que permanecen.
Cuando uno entra en una reunión de personas o sale de ella, no hay que pasar por el medio de los presentes o por delante de los que la forman; antes bien, una vez que se ha saludado a todos, hay que pasar por detrás, si se puede; si no se puede hacerlo con comodidad, hay que pasar por el medio, pidiendo disculpa e inclinándose ligeramente para saludar a los presentes.
Cuando alguien entra en un lugar donde haya un grupo de personas, si los demás se levantan y le muestran cortesía, es su deber saludar a los presentes, y no tomar ni el primer lugar ni el sitio de otro. Tampoco debe permitir que nadie del grupo le lleve una silla; debe, más bien, tomar el último lugar y escoger, si es posible, un asiento que sea inferior a los otros.
Sin embargo, si se lo fuerza a ocupar un lugar más honroso, no debe rehusarlo obstinadamente, sobre todo si entre los presentes no hay nadie de categoría mucho más alta que la suya.
Cuando alguien sale de una reunión de personas, debe hacerlo de manera muy educada, sin consentir que se interrumpa la charla ni lo que se hace, ni que los demás se levanten, ni que el dueño de la casa deje su sitio para acompañarlo, a menos que por cortesía no pueda impedirlo en absoluto.

Bienvenidos a mi nuevo blog!

¡Hola amigos!
Bienvenidos a este humilde blog en el que iré posteando a menudo artículos interesantes, noticias, reflexiones, etc, todas ellas relacionadas con el protocolo, el buen comportamiento, y consejos para ser un buen profesional del protocolo y las Relaciones Públicas.
Espero que os guste y que nos vayamos viendo por aquí.
Un saludo! ;)